Ante la crisis política por la defensa de la soberanía de Itaipú
La gobernabilidad se puede definir como el arte o manera de gobernar. Implica dirigir a un país rigiéndose por el pacto social que los constituyentes y el poder derivado han establecido en la Constitución Nacional, y en las distintas normas nacionales e internacionales que integran el ordenamiento jurídico paraguayo. Lo sensato en el arte de gobernar es poseer un profundo conocimiento de la realidad nacional; es estudiar los problemas del Paraguay y planificar la forma de solucionarlos. Pensar de otra manera es jugar a gobernar y confiar en el azar; es como hacer castillos en el aire, que no son reales y no se sostienen.
A partir de esto, el problema político del Paraguay no es la ingobernabilidad, sino que es la incapacidad para gobernar. Recordemos que al iniciar su mandato, el Presidente había afirmado que la renegociación de Itaipú es “Causa Nacional”, pero constatamos que el concepto es entendido de manera muy particular, también dijo que personalmente dirigirá, y designará un equipo “técnico y político” para la renegociación del Tratado de Itaipú.
Se tuvo la gran primera derrota, pésima negociación cediendo ante el chantaje del Gobierno brasileño y firmando el acta bilateral que aumento la tarifa que Ande pagara a Itaipú así como del pago por sesión de energía que con estupor se tuvo conocimiento cuando la misma fue realizada el 24 de mayo pasado en forma secreta; ahora con la promesa de invalidar por parte del Brasil, por la presión ciudadana que una vez más demuestra que es el único sistema que hará realidad la transparencia en el actuar de los Poderes del Estado. En estas condiciones nuestro apoyo al juicio político sigue firme
El Presidente repitió en su alocución ultima “Caiga quien caiga”, suena hueca esta frase si no demuestra la actitud para que se investigue y aclare todo lo efectuado con la firma del acta entreguista antes mencionado, separando de los cargos a los responsables como un gesto mínimo y necesario.
Consideramos que la frase “Causa Nacional” debe ser bien entendida convocando a todos los sectores organizados de la sociedad, como trabajadores , estudiantes y campesinos, pero fundamentalmente a hombres y mujeres con alto valor ético y moral.
La crisis política se suma a la profunda crisis económica que la sienten no solo los más pobres del país, sino también el empresariado, profesionales independientes y los sectores de trabajadores en general pero la defensa de la soberanía energética del país es prioritario e innegociable.
El Partido Revolucionario Febrerista acompañará las movilizaciones que se organizarán en todo el territorio nacional, como contralores del proceso y de la conformación del mejor equipo pluralista, técnico, político y jurídico para defender los intereses del Paraguay, en la renegociación del Tratado de Itaipú, promoviendo amplios debates ciudadanos.
Comité Ejecutivo Nacional